¡Hola!

Mi nombre es María Isabel Ruesta, aunque suelen llamarme Tati.

Nací y crecí en Caracas, Venezuela, donde me gradué de Abogado y ejercí mi profesión por más de 15 años, hasta que —circunstancias sobrevenidas— me llevaron a explorar nuevos caminos.

Fue un vacío constante y una sensación de pesadez por la insatisfacción que sentía a pesar de ir logrando mis metas, lo que hizo que se despertara en mí una fuerte inquietud e insaciable anhelo por encontrar un sentido, propósito y razón a la propia existencia.

Desde entonces, pasé del estudio del ordenamiento jurídico al estudio y práctica de las leyes y principios espirituales que nos rigen como humanidad.

Gracias a este conocimiento —y su integración a mi propia vida— logré entender que esos vacíos, insatisfacciones, y cargas pesadas que muchas veces llevamos en nuestras espaldas, son en realidad un llamado a la acción, y que está en nuestras manos la posibilidad de liberarlas.

Descubrir esto y experimentar personalmente la sensación de liviandad y paz que trae consigo la liberación de esas cargas, despertó en mi un febril deseo por compartirlo con otros; por lo que decidí —hace 7 años— dejar la abogacía y formarme como coach de vida para ayudar a otros a que también lo consigan.