¿Cómo acelerar o detener el tiempo?

De pequeña estuve firmemente convencida de que el camino de ida a la playa era más largo que el de regreso, y por ello ponía todo mi empeño en ganarme el puesto de la ventana (para evitar el mareo), mientras cedía ir en el asiento del medio para el regreso. Mi familia no entendía mi argumento pues insistían en que el camino al recorrer -y por tanto sus distancia- era el mismo en ambos sentidos.

No fue sino mucho tiempo después y tras largas batallas perdidas, que logré entender, apoyada en la teoría de la relatividad de Einstein, el por qué la ida era más larga que el regreso. Así, me di cuenta que la cuestión no era ni el tiempo ni la distancia recorrida, sino la forma como yo (el observador) lo percibía. Era mi ansiedad e impaciencia por llegar a destino lo que hacía que la ida se me hiciera eterna, mientras que el regreso, al no tener expectativa y aceptarlo tal cual era, no me molestaba. 

En igual sentido, pude comprender que lo que para una persona puede ser cuestión de horas, para otras pueden significar semanas, meses o años. En definitiva, todo dependerá de la perspectiva con que se mire y aborde el proceso, la distancia o la actividad que estamos realizando. 

Así, cuando estamos enfrentando una situación que nos disgusta, y la abordamos desde la queja, la desmotivación o sensación de injusticia, se nos hará pesada y eterna, pero si a esa misma situación la abordamos con amor, entusiasmo y motivación, pasará volando. 

El reto, por tanto, no consistirá en el problema en sí, sino en encontrar el amor, entusiasmo o motivación cuando nos corresponda enfrentarlo. 

Una clave que nos puede ayudar a conseguirlo es la de asumir la total responsabilidad de la situación o tarea, con el entendimiento de que si esta está sucediendo -y me está incomodando- es porque en ella se esconde un gran regalo. Son esas situaciones desafiantes las que nos invitan al cambio y a salir de nuestra zona de confort, siendo esto el requisito sine qua non de nuestro proceso de crecimiento y evolución. 

De manera que, si elegimos enfrentar las situaciones que nos molestan con el fin de encontrar la enseñanza que tras estas se esconde, lograremos despertar la motivación, fuerza y entusiasmo que necesitamos para hacer que dicha  incomodidad pase volando.  

Vivir los procesos y situaciones de la vida con entusiasmo y amor, es una decisión. La idea es que elijamos el amor en lugar de hacerlo por obligación

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How to Speed Up or Stop Time?